¿Es igual una clase presencial que una online? ¿Se aprende lo mismo? ¿Cuál es mejor?

Por las circunstancias en las que nos encontramos en la actualidad, no ha sido posible seguir en el ámbito educativo como hacíamos los años pasados. Esto ha provocado una lentitud al comenzar el curso que a la larga lo vamos a notar.

Está pregunta es la típica del profesor hacia el alumno. Y la respuesta siempre es la misma, no, no tiene nada que ver.

La forma tradicional, las clases presenciales, a pesar de que hay alumnos que no quieren prestar atención al profesor, siempre se quedan con algo. Es mucho más fácil atender y te enteras más de todo ,lo que provoca mayor facilidad al estudiar.

A diferencia de las clases online que son mucho más complicadas ya que no puedes controlar al alumno y no sabes cómo está realmente en casa. Hay muchas más distracciones como es el móvil, irte un momento al baño, a por comida…

Y esta es la razón por la cual los mayores que se supone que somos más responsables, estamos la mitad de tiempo presencial y la mitad online, en caso de que si hasta los más pequeños tuviesen clases online sería una locura y un gran problema para los padres, ya que hay que recordar que no todos los padres trabajan en casa.

Por lo tanto, no, no se aprende lo mismo. Un claro ejemplo es la cuarentena, donde una gran mayoría del alumnado ni aprendió ni estudió nada. Esto provocó un gran desnivel comparado con otros años, que al llegar al siguiente curso no teníamos los conocimientos suficientes para avanzar más rápidamente.

 A pesar de todos los problemas que nos han dado las clases online, han sido la mejor solución y gracias a esto, hemos avanzado más tecnológicamente.

En conclusión, ni son iguales las clases presenciales a las online, ni se aprende lo mismo. Las clases presenciales son más eficaces.